1,2 millones de personas se han entregado a las autoridades en guerra de Duterte contra la droga
Entre adictos y narcos.
Al menos de 1,2 millones de toxicómanos y narcotraficantes se han entregado a las autoridades tras diez meses de "guerra antidroga" del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, informó hoy la Policía en un foro sobre esta campaña que ha causado miles de muertos.
Concretamente, 1.266.966 personas se han entregado y han sido enviadas a prisión o a centros de rehabilitación, indicó el director de operaciones de la Policía Nacional (PNP), Camilo Cascolan, que fue uno de los ponentes del foro "Cifras reales" en Ciudad Quezón, población colindante con Metro Manila.
Expertos de diferentes organismos (desde la Policía hasta la agencia antidroga PDEA o los ministerios de Sanidad y de Asuntos Sociales) defendieron en el foro la controvertida "guerra contra las drogas" con datos que muestran un alto número de arrestos y una fuerte reducción del crimen.
Un total de 64.917 sospechosos de delitos relacionados con narcóticos han sido detenidos en 53.503 operaciones policiales desde que comenzara la campaña el 30 de junio de 2016, tras la investidura de Duterte, hasta el pasado 20 de abril, según los datos ofrecidos por la PNP.
En cuanto al crimen, las autoridades aseguran que el número total de delitos registrados en todo el país en este intervalo ha descendido de 134.958 a 96.398, lo que supone una reducción del 28,5 por ciento.
Las violaciones bajaron un 45 por ciento y los atracos se redujeron a la mitad en comparación al mismo período del año anterior, aunque los homicidios subieron un 25 por ciento, presumiblemente por la impunidad generada en el marco de la cruzada contra las drogas de Duterte.
Las autoridades estiman que hay cuatro millones de toxicómanos en Filipinas, cuya población es de aproximadamente cien millones de habitantes, y el mercado de las drogas tiene un valor aproximado de 120.000 millones de pesos (2.200 millones de euros, 2.400 millones de dólares).
La guerra contra las drogas del presidente filipino ha sido criticada duramente por organizaciones internacionales, que estiman en más de 8.000 el número de muertes de sospechosos en operaciones policiales y ejecuciones a cargo de patrullas vecinales o "vigilantes".
Preguntadas por el número exacto de muertes en el marco de la "guerra antidroga", las autoridades policiales aseguraron que hay 5.691 homicidios pendientes de investigación de un total de 9.432 producidos desde julio, por lo que desconocen cuántos de ellos están relacionados con la campaña de Duterte.
Un total de 2.692 sospechosos fueron abatidos por la policía tras supuestamente resistirse y otros 1.847 homicidios se relacionaron con asuntos de drogas, según los datos divulgados por la PNP.
A finales de enero, el presidente filipino suspendió de forma temporal la campaña para "limpiar" de corrupción la Policía y la reanudó al mes siguiente bajo la promesa de que sería "menos sangrienta" y más controlada.
EFE